Muere lentamente quien evita una pasion y su remolino de emociones. Justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados.
Pablo Neruda
***
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no se atreve a cambiar el color de su vestimenta o bien no conversa con quien no conoce. Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados. Muere lentamente quien no gira el volante cuando esta infeliz con su trabajo, o su amor, quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida, huir de los consejos sensatos… ¡Vive hoy! ¡Arriesga hoy! ¡Hazlo hoy! ¡No te dejes morir lentamente! ¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!
***
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las „íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de
los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.
-Martha Medeiros
Translation:
Those who become the slave of habit, who follow the same routes every day, who never change pace, who do not risk and change the color of their clothes, who do not speak and do not experience, die slowly.
Those who shun passion, who prefer black on white, and dotting their „i’s” to a bundle of emotions, the kind that make your eyes glimmer, that turn a yawn into a smile, that make the heart pound in the face of mistakes and feelings, die slowly.
Those who do not turn things on their head, who are unhappy at work, who do not risk certainty for uncertainty, thus to follow a dream, those who do not forego sound advice at least once in their lives, die slowly.
Those who do not travel, who do not read, who do not listen to music, who do not find grace in themselves, die slowly.
Those who slowly destroy their own self-esteem, who do not allow themselves to be helped, who spend days on end complaining about their bad luck, about the rain that never stops, die slowly.
Those who abandon a project before starting it, who fail to ask questions about subjects they don’t know, those who don’t reply when they are asked something they do know, die slowly.
Let’s try and avoid death in small doses, reminding ourselves that being alive requires an effort far greater than the simple fact of breathing. Only with ardent patience we reach a wonderful happiness.
-Martha Medeiros